La propuesta de la norma ISO 26000 de llevar la responsabilidad social a la cadena de valor, empezó a trabajarse muy pronto con los proveedores exigiéndoles el cumplimiento de esta norma, por lo que el campo de las compras apareció como el espacio propicio para esto, la razón es que la gestión de compras es central en las cuentas de una organización, por lo que se hace necesario alinearla con sus objetivos y estrategias de sostenibilidad.
El nuevo estándar ISO 20400 (2017), “Guía para las Compras sostenibles”, responde a este desafío. Es lanzado por la Organización internacional para la estandarización (ISO) en el pasado mes de marzo, y asumida por Icontec como norma técnica nacional. Fue construida en un proceso en el que participaron 52 países, de todos los continentes, a través de comités espejo nacionales y de seis reuniones de trabajo internacionales. Esta nueva norma da orientaciones para que las organizaciones puedan integrar la sostenibilidad en sus procesos de compras, involucrando a todas las personas que tiene funciones en esta gestión y considerando a sus proveedores y contratistas. La guía ayuda a integrar dos funciones que suelen estar desarticuladas en las organizaciones, las áreas enfocadas en la gestión ambiental y social, y quienes se dedican a las compras.
La norma ISO 20400, una herramienta poderosa para que, a través de las compras sostenibles, se promueva la sostenibilidad en la cadena de valor. Por ejemplo, incluir empresas pequeñas que tienen dificultades para cumplir las altas exigencias de la norma ISO 26000 y ayudarlas a alcanzar sus condiciones en los criterios de sostenibilidad. O, para el caso de nuestro país, apoyar la construcción de la paz con la compra de productos a organizaciones de víctimas o de excombatientes, e impulsando que otras empresas adquieran un compromiso serio con los asuntos de responsabilidad social.
* Doctor en Filosofía y Profesor Asociado de la Facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad Javeriana.